Cuando algo se pone de moda es difícil detenerlo, y si se trata de comida, parece que todavía es más imparable su proliferación. Y aunque no sea especialmente original un local de brunch, zumos y pasteles caseros, Cripekadestaca por su sencillez y ambiente acogedor que te traslada al campo y a la infancia.
Cripeka se trata de un proyecto familiar gestado y regentado por tres mujeres – madre, hija y tía- que apuestan por productos de proximidad y frescos. Platos sencillos se funden con recetas tradicionales que han pasado de madres a hijas haciendo perdurar sus raíces alemanas. En sus sandwiches y pasteles no hay altas pretensiones, sino calidad y cariño que nace del “savoir faire” de estas tres mujeres.
Todo el local ha sido decorado por sus propietarias con colaboraciones de escultores y restauradores amigos de la familia que han querido involucrarse en esta aventura. Un gran mural pintado directamente sobre la pared aporta profundidad al espacio, lámparas ligeras, colocadas sabiamente desordenadas, con un aire vintage pero que huyen de la ya muy explotada desnuda bombilla se funden con los colores de las míticas sillas de fórmica tan comunes en nuestro país en los sesenta.
Es un interior sencillo y lleno de color donde se percibe que todos los detalles han sido escogidos con mimo desde las tazas hasta las cortinas, las cuales, te puedes llevar a casa si quieres, porque todo lo que hay en el local está en venta, permitiendo que la decoración esté en perenne evolución y cambio.
Un interior naif y un poco edulcorado nos transporta directamente a algún decorado del realizador Tejano artífice de “Moonrise Kingdom” ó “El Gran Hotel Budapest” convierte a este pequeño café en un oasis que nos aísla del mundanal ruido.
Cripeka se trata de un proyecto familiar gestado y regentado por tres mujeres – madre, hija y tía- que apuestan por productos de proximidad y frescos. Platos sencillos se funden con recetas tradicionales que han pasado de madres a hijas haciendo perdurar sus raíces alemanas. En sus sandwiches y pasteles no hay altas pretensiones, sino calidad y cariño que nace del “savoir faire” de estas tres mujeres.
Todo el local ha sido decorado por sus propietarias con colaboraciones de escultores y restauradores amigos de la familia que han querido involucrarse en esta aventura. Un gran mural pintado directamente sobre la pared aporta profundidad al espacio, lámparas ligeras, colocadas sabiamente desordenadas, con un aire vintage pero que huyen de la ya muy explotada desnuda bombilla se funden con los colores de las míticas sillas de fórmica tan comunes en nuestro país en los sesenta.
Es un interior sencillo y lleno de color donde se percibe que todos los detalles han sido escogidos con mimo desde las tazas hasta las cortinas, las cuales, te puedes llevar a casa si quieres, porque todo lo que hay en el local está en venta, permitiendo que la decoración esté en perenne evolución y cambio.
Un interior naif y un poco edulcorado nos transporta directamente a algún decorado del realizador Tejano artífice de “Moonrise Kingdom” ó “El Gran Hotel Budapest” convierte a este pequeño café en un oasis que nos aísla del mundanal ruido.
CRIPEKA
C/Santa Teresa,2
Madrid (Metro: Alonso Martinez)
Tfno.: 911 99 91 08
Horario: Martes- Viernes 8:00- 20:00 / Sábados y domingos: 10:00- 17:00.
Fotografías: CRIPEKA y Audrey Satan para OLOCOMESOLODEJAS
ARTICULO PUBLICADO EN: OBLICUO MAGAZINE - Olga Lozano
C/Santa Teresa,2
Madrid (Metro: Alonso Martinez)
Tfno.: 911 99 91 08
Horario: Martes- Viernes 8:00- 20:00 / Sábados y domingos: 10:00- 17:00.
Fotografías: CRIPEKA y Audrey Satan para OLOCOMESOLODEJAS
ARTICULO PUBLICADO EN: OBLICUO MAGAZINE - Olga Lozano