Hotel o apartamento no era una decisión compleja hace unos años. Cuando uno salía de su casa buscaba una habitación cómoda y bonita, pero lo importante era que todo estuviera hecho: la cama, el desayuno, la comida o la cena. Que el hotel tuviera un buen lobby y un buen servicio de habitaciones. Hoy en día es evidente que las cosas han cambiado y ya no queremos una habitación impersonal y neutra, clónica a las otras 20 que hay en la misma planta. Ahora, cuando viajamos, buscamos alojamientos acogedores, que nos hagan sentir como en casa y nos permitan soñar con que el apartamento en el que nos alojamos es en realidad nuestra segunda residencia en esa tan maravillosa ciudad que estamos visitando. Ya no nos importa tener que hacernos el café nosotros o que la cama no la hagan cada día. Queremos poder relajarnos en un cómodo sofá, comer en una cuidada vajilla o leer un buen libro en un dormitorio con detalles hogareños.
Cuando volver al hotel es lo mejor del día creemos que este apartamento reformado por Circular Studio con fines puramente turísticos cumple con todo lo anterior. Ubicado en el centro de la capital catalana, este acogedor apartamento tiene todos los ingredientes para sentirte como en casa: en una casa claramente barcelonesa. Techos abovedados con robustas vigas de madera que le otorgan un carácter semi-industrial combinado con una rugosa pared de ladrillo desnuda de ornamento, que bien nos recuerda a los populares lofts neoyorquinos y que a su vez contrasta con la cocina totalmente integrada y realizada en un suave mármol blanco que, como en toda casa mediterránea que se precie, hace de núcleo central de la vivienda, situándose en el centro exacto de esta y haciendo las veces de recibidor y distribuidor.
Y como guinda del pastel: el pavimento. No hay nada más típico en la ciudad condal que esas coloridas baldosas centenarias que forman vistosas composiciones geométricas y actúan como si fueran alfombras, dando color y delimitando al espacio a la vez que decoran como si de un cuadro pintado en el suelo se tratara.
Cuando volver al hotel es lo mejor del día creemos que este apartamento reformado por Circular Studio con fines puramente turísticos cumple con todo lo anterior. Ubicado en el centro de la capital catalana, este acogedor apartamento tiene todos los ingredientes para sentirte como en casa: en una casa claramente barcelonesa. Techos abovedados con robustas vigas de madera que le otorgan un carácter semi-industrial combinado con una rugosa pared de ladrillo desnuda de ornamento, que bien nos recuerda a los populares lofts neoyorquinos y que a su vez contrasta con la cocina totalmente integrada y realizada en un suave mármol blanco que, como en toda casa mediterránea que se precie, hace de núcleo central de la vivienda, situándose en el centro exacto de esta y haciendo las veces de recibidor y distribuidor.
Y como guinda del pastel: el pavimento. No hay nada más típico en la ciudad condal que esas coloridas baldosas centenarias que forman vistosas composiciones geométricas y actúan como si fueran alfombras, dando color y delimitando al espacio a la vez que decoran como si de un cuadro pintado en el suelo se tratara.
En el baño, que destaca por su aspecto de casi inacabado, unos simples tubos de cobre que acostumbran a estar ocultos resaltan en las paredes blancas e inmaculadas dando forma a las griferías y las ventanas, sobrepuestas, se transforman en estanterías improvisadas al igual que las dos gruesas vigas metálicas que actúan como soporte del colosal lavabo a la vez que de toallero.
Y aunque hacer turismo es agotador saber que cuando acaba el día vas a encontrarte con semejante maravilla hace que automáticamente los pies te duelan un poquito menos.
ARTICULO PUBLICADO EN: OBLICUO MAGAZINE - Olga Lozano
Y aunque hacer turismo es agotador saber que cuando acaba el día vas a encontrarte con semejante maravilla hace que automáticamente los pies te duelan un poquito menos.
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